martes, 31 de diciembre de 2013

Para acabar el año, una desilusión.



Hace poco tiempo recibimos una noticia que nos llenó de alegría: en Majadahonda habían instalado una “zona de juegos infantiles adaptada”. La noticia era la siguiente:
Ni cortos ni perezosos fuimos para allá pues considerando que el parque infantil accesible más cercano de casa es el de Somontes, a 12 kilómetros, Majadahonda no era una mala opción.
Llegamos allí una fría pero soleada mañana de invierno:  El parque está en un área central de Majadahonda, bien comunicado. Tiene pavimento de caucho y está bien señalizado, lo parecía un buen comienzo.
Sin embargo, los juegos que contenían fueron una auténtica decepción. El juego principal tiene un tobogán y un paso por cuerdas, pero a él sólo se puede subir por una zona de escalada. No tiene escaleras adaptadas ni ninguna forma segura de subir para un niño con discapacidad motórica. Este juego sólo cuenta con un paso inferir y una mesita a la que se pueden  acercar –con dificultades- los niños que no pueden subir al juego.
Aparte de este elemento, el parque tiene dos juegos de muelles, a los que los niños con discapacidad pueden acceder con cierta ayuda, pero que ni siquiera cuentan con respaldo.
Después de hacer un desplazamiento de unos 15 kilómetros, el viaje sólo mereció la pena para que el peque pudiera desplazarse por el suelo de caucho y para pasar una mañana al sol… en la terraza del bar de al lado, que es estupenda.

Desde este Blog queríamos recordar una vez más a los responsables de los Ayuntamientos y de las casas comerciales de juegos infantiles que es necesario tener criterios para la instalación de parques infantiles accesibles. De lo contrario, se crean falsas expectativas en las familias de niños con discapacidad, y no nos merecemos este tipo de desilusiones.